miércoles, 23 de enero de 2013

Barcos, Chatas, Veleros y otros transportes acuáticos en el Bajo de San Isidro

 Velero y Chata en el canal costanero. A lo lejos se ve una chata en el Canal Mitre


Chata arenera pasa frente al canal de acceso del Club Las  Barrancas, en el Bajo de San Isidro.  A lo lejos, otra chata va hacia el Paraná de las Palmas por el Canal Mitre.

lunes, 21 de enero de 2013

Deportes en el Puerto de San Isidro

Muchos deportes acuáticos se realizan en la zona del Bajo de San Isidro.  Innumerables veleros, yates, lanchas, kayaks y gomones andan por las aguas del puerto y el canal Sarandí.
A la derecha el espeque verde de entrada al Puerto de San Isidro.  A la izquierda el espeque verde, cruzando el Luján, de la Canaleta Julia.

Para entrar al puerto de San Isidro se debe dejar por babor el espeque verde del espigón y mantenerse lejos de la lengua de tierra que se proyecta desde la isla del club Náutico de San Isidro.  Una vez adentro del canal de acceso al puerto se apunta a la hermosa confitería blanca.

Al fondo, la linea que describen los postes de la Canaleta Julia en su veril.  Si se remonta esta canaleta se llega al Río San Antonio.

Un velero llega, un yate remonta el Luján y a lo lejos la gente camina por el banco de arena frente a la isla Anchorena y al espigón.
Desde el Puerto de San Isidro se sale rápidamente al Río de la Plata, y al mundo entero.

martes, 8 de enero de 2013

Media manaña llegando al Bajo de San Isidro

A  veces, frente a la plaza Mitre, un montón de omnibus y combis se estacionan. Vienen turistas a visitar el Tren de la Costa.  Pero otros días la calle Lasalle tiene esa paz que se suele encontrar el los pueblos del interior de la Provincia de Buenos Aires.  En el bajo muchos eligen la bicicleta o el ciclomotor para ir a las compras.
Con la tranquilidad pueblerina Lasalle e Ituzaingó se cruzan en el Bajo de San Isidro.    

jueves, 3 de enero de 2013

Mural en Anchorena.


En los límites del partido se han realizado varios murales. Hubo alguna vez unas cataratas pintadas en este paredón de la barranca, que vertían desafiantes su caudal sobre la vereda.  Más tarde fue tapado pero por suerte volvieron a pintar una hermosa obra.

En Solís y Paraná, Anchorena partido de San Isidro, se encuentra este mural muy bien realizado con aerosoles en el que se vio trabajar a varios artistas durante un par de días.

Se trata de una composición simétrica que representa peces, serpientes, peludos, una enorme lechuza negra.
Es interesante notar que la serpiente, si bien en la tradición judeocristiana es representación del mal, en el oriente representa la fuerza, la sabiduría y la energía. Así mismo la lechuza o el búho era símbolo de Atenea, diosa griega de la guerra y la sabiduría.  Los peces son antiguo símbolo de la vida y el armadillo... bueno, no sé ¿símbolo del charango? 

Sobre el eje de simetría un ojo vigilante nos contempla.   ¿El ojo de Dios, de Gran hermano, del Gran Arquitecto? 

Un árbol, seguramente un arbol de la vida, conexión ancestral de la tierra con el cielo, se eleva sobre una luna llena fecunda.   

Todo sobre un fondo de diseño tribal -maorí, violeta y negro, plano-,  al igual que una cabeza que recuerda vagamente un mohai pascuense, ubica al público más romántico en lugares exóticos.  Y al público más científico en un tiempo de sociedades menos complicadas, en lo económico y en lo político, con una relación más cercana con la naturaleza.

Si bien se lo ve estático, impenetrable,  la intensidad de los colores no permite que pase desapercibido.  Con la fuerza de un cartel luminoso o un escudo de armas nos interpela y vibran en nuestros ojos sus violetas, verdes y naranjas  equidistantes.

Potentes colores para fuertes símbolos: La lechuza, la sabiduría... el pez, la vida. 



El marco vegetal natural del paredón soporte es muy hermoso. Bananeros, hiedras, Santa Ritas y tras el muro unas palmeras pindó que asoman.

¿Todo es un sueño o todo apunta hacia nosotros? El poderoso orden natural nos vigila.