jueves, 10 de octubre de 2013

Barcos...sin amarras que soltar

QUILLA
En una esquina del bajo de San Isidro te encontrás con un trailer que porta un gran quillote de plomo. Asoman sus bulones que apuntan el cielo, que ya no sujetan un barco. Esperan. Sobre la vereda otra quilla y los restos de las cuadernas de un barco de madera,  y el timón.
Parecen restos abandonados.  Pero en realidad nada impide que vuelvan. Podrían integrar una nave otra vez y volverían al río.  
Sólo esperan otra oportunidad a pocas cuadras del agua.